martes, 8 de julio de 2014

Cabral, el bien y el mal

El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso: una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida.


sábado, 28 de junio de 2014

"Canto I, La Araucana", Alonso de Ercilla

Chile, fértil provincia y señalada
en la región Antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,

tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a extranjero dominio sometida.



Chile y Brasil

Los que han trabajado conmigo en elecciones lo han escuchado varias veces. Cuando me preguntan ¿De verdad los candidatos y equipos siempre creen que van a ganar?, yo les respondo con el ejemplo de Chile contra Brasil. Antes del partido, y con la cabeza en frío, siempre sabemos que va a ser difícil y que ni la historia ni las probabilidades están con nosotros. Pero comienza el partido, y Chile empieza a jugar bien. La defensa se ve sólida y la pelota circula por nuestro mediocampo. Chile llega al arco brasilero un par de veces y comenzamos a ilusionarnos. La idea es una sola: vamos a ganar, podemos ganar. Hasta que los cracks verderamarillos de turno nos roban la pelota y llega el primero, el segundo, y los goles que sean.



Creo que lo mismo pasa en las elecciones cuando no se llega como favorito. Mirándolas con distancia, una siempre tiene una imagen más o menos clara de lo que puede rendir, pero se acerca la votación, y sobre todo el día mismo de la elección, uno siempre siente que puede ganar. Te contagia la alegría del equipo pese al cansancio, el optimismo de los candidatos y la sensación de que ese día no hay ventajas: es un mano a mano, y no importa que los otros sean más o hayan duplicado tu gasto en propaganda. En frío sabías que ibas a perder, pero el trabajo bien hecho y la convicción y fuerza de tus ideas te hacen creer en la victoria. Las elecciones son como un Brasil contra Chile.
Hasta que un día, Chile le gane a Brasil en el Maracaná y tenga que cambiar mi ejemplo. Siempre se puede ganar; sea a Brasil, Argentina, Alemania o a Italia, así como en una elección -con mucho trabajo- siempre se puede ganar. Como me enseñó un amigo que ya ha sido dos veces candidato a diputado: acá gana el que se levanta más temprano a pelarse la raja.
¡Vamos Chile mierda, que hoy ganamos!